jueves, 30 de julio de 2009

Robóticos.

El tiempo avanza tan rapido que muchas veces nos faltan horas para saber que es lo que pasa en este mundo loco que aumenta la velocidad de sus vueltas gracias a nosotros; sentimos la necesidad de mirar, escuchar y leer todo lo que creemos que sucede y lo que no también, para sentirnos partes de algo que en realidad no sabemos si nos pertenece, es así como nos vemos bombardeados de miles de imágenes que muestran como las cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos, presentándonos un escenario completamente distinto al que conociamos ante de ir a dormir. Sin embargo, no estamos del todo ciegos y nos damos cuenta que poco a poco vamos entrando en un estado de alienación que nos llevará a convertirnos en autómatas incapaces de valorar las cosas que realmente valen la pena, pues es tal nuestro nivel de ansiedad por querer consumir todo lo que se nos ofrece que llegamos a un punto en que no somos más que una masa, siguiendo la misma conducta de otras miles de personas, perdiendo nuestra indivudualidad. Hemos dado paso a una especia de "estandarización" de necesidades, gustos y personalidades que nos ha llevado a ser algo así como seres sin rostro ni huella digital perdidos en pajal inmenso en el que ni siquiera somos la aguja.
Pero si nos damos cuenta de esto, por qué no somos capaces de parar un minuto, tomar aire, bajar las revoluciones, caminar sin el seño fruncido y correr a casa para ver a nuestra familia y no las noticias. Esto refleja como nuestra prioridades están cambiadas, como lo que debería ser importante ya ha pasado a segundo, tercer e incluso cuarto plano convirtiéndonos en seres totalmente egoístas y ensimismados.

1 comentario:

La furia dijo...

nada como escapar un momento, mirar ese mundo mecánico desde los aires, respirar profundo, detener el reloj y aprender a disfrutar de las cosas simples de la vida, aquellas cosas que tenemos ahí siempre, a diario, y que la nube de la rutina nos oculta