Washito

El otro día, caminando por la playa encontré un zapato, sí solo uno, triste y abandonado aunque quizá fue olvidado.Hasta hoy no había pensado en ese olvidado calzado de hombre, pasó desarpecibido después de inmortalizarlo en una foto; ahora pienso en él y en la historia que podría existir detrás de tal hecho.

Lo primero que se me ocurre es que pertenecía (sí, porque ya no es de nadie) al típico curaito costero que va al mar a las 5 de la mañana con la idea fija de comer pescao, aunque si no hay puerto o caleta lo más probable es que termine comiendo pulguitas de mar; y lo segundo, es que alguien fue enterrado en la arena y cuando se salió se le olvidó el zapato porque estaba más preocupado de sacarse la arena que raspaba quizá que partes.

En realidad no sé porque me acordé de un zapato que seguramente ya no está donde yo lo ví, pero me da risa pensar en el otro zapato, que al igual que su hermano perdido está terrible washo.